miércoles, 11 de abril de 2012

Familia

Hoy quiero recordar a mi madre, murió en septiembre de 2002 con 50 años, de leucemia. Se llamaba Ana María, la primera palabra que me enseñó fue Ana porque decía que mamás había muchas pero que ella era Ana y así la llamé siempre, por su nombre. Mis 2 hermanos, Héctor y César, llegaron más tarde, ellos sí la llamaban Mamá y Mamiruxa.
Ella nos tenía un nombrete a cada uno, incluso con el nombrete nos había inventado una canción, cada uno de nosotros tiene la suya.
Cuando mi madre murió, mis hermanos eran pequeños, tenían 12 y 13 años, Héctor cumplió los 14 doce días después de su muerte.
Esta foto, la saqué en agosto de 2000, en Santa Cruz de Tenerife, estábamos por fuera del Parque Bulevard donde hay una fuente con chorros de agua, Héctor se puso a corretear por allí y como no podía ser de otro modo, se resvaló y cayó al suelo; se puso a llorar y en la foto está mi madre consolándolo. En la foto también aparece César y aunque yo no salga físicamente, también siento que estoy en ella, para mí es la foto de nosotros 4.

En febrero de 2005, César escribió un poema que acompañé con esta foto.
Unos años más tarde, hice una "versión" de la imagen, añadiendo una parte de una pintura mía y también la acompañé con unos versos del poeta Armando Rivero.
Los años han pasado y seguirán pasando pero seguimos recordándola y queriéndola, siempre la siento conmigo y sé que estaría encantada de ver a Héctor y César, se han hecho 2 hombretones, son jóvenes, están estudiando, a punto de terminar sus carreras, tienen valores, tienen principios, son buenos hombres y es gracias al trabajo que ella hizo. En estos días vamos a poder utilizar parte de su legado para poder afianzar nuestros futuros, mis hermanos seguramente vayan a Londres, a seguir formándose y yo podré empujar mi mundo hacia la fotografía profesional.

Y Mamá, puedo hablar por los tres y decir que te queremos y te echamos de menos.

Si pinchas en las fotos puedes verlas en grande




En realidad / creo que conozco el sitio, / creo que conozco el momento exacto, / creo que conozco hasta qué punto de realidad / eran tan elevadas aquellas sonrisas. Armando Rivero

3 comentarios:

  1. solo una madre puede inspirar palabras tan hermosas, amiga mía ! y son la demostración de que late fuerte dentro de ti y de tus hermanos. cierto es que queda un vacío, un lugar que nadie podrá habitar, pero no es menos cierto que un amor como ese es más grande, más intenso y más inviolable que cualquier otra cosa. y su recuerdo, hermoso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Carlos, además siempre estará viva si nosotros la mantenemos así :)

      Eliminar